Hace bastante tiempo con mis amigos de la infancia jugábamos todos los sábados por la tarde al futbol, (mis amigos y Yo tendríamos alrededor de los 17 años) cuando salía de casa para jugar el partido, solía coincidir con mi padre que regresaba de trabajar y que siempre me decía “¿no les falta uno?, si les falta uno avisen…”.
Entre risas y comentarios jocosos me iba a jugar, durante unos cuantos meses la escena se repitió cuando mis amigos me pasaban a buscar para el encuentro. Mi padre siempre con su frasecita de “¿no les falta uno?, si les falta uno avisen…”.
Hasta que un día realmente nos falto uno y no había manera de conseguirlo, por ello fue que le toque el timbre y le dije – Papá cámbiate que nos falta uno…
Para ese entonces mi padre tenia unos 41 años (justo la edad que cumpliré Yo este año),mi viejo que era el típico hombre capaz de conquistar todo Asia nada mas que para no bajarse del caballo, se puso los pantalones cortos, las zapatillas de futbol sala, ante la mirada atónita de mi madre a la que solo le dijo – a los chicos les falta uno para jugar al futbol, y se vino a la cancha con nosotros.
Si bien era un encuentro de amigos que juegan todos los sábados formando 2 equipos semi-aleatoriamente con el método clásico en el cual se trata de eligir los integrantes de cada uno de los equipos para que ambos equipos estén nivelados. Mi padre por su parte ocupo la posición de portero que en los últimos años había sido su posición habitual (jugaba habitualmente en su equipo del trabajo, con todos compañeros de su edad).
Como ya dije era una partido entre amigos, pero eso no podía evitar que jugásemos muy enserio dando cada uno lo mejor de nosotros mismos. Por un azar del destino mi padre formo parte de mi equipo rival.
Ni bien comenzó el encuentro alguien hizo mal un lateral y los del otro equipo instantáneamente reclamaron la infracción para adueñarse del saque lateral, pero mi padre en todo bondadoso dijo “– He no paren que no es la final del mundial es un juego entre amigos y es un lateral…”, todos lo miramos con cara de ¿para que lo trajimos a este aguafiestas que se toma este encuentro a la ligera. Lo importante es que con el pasar de los minutos y con lo parejos que estaban los equipos el encuentro se fue calentando, en este momento hay que aclarar que mi padre era una persona muy competitiva, ya para la mitad del encuentro mi viejo alentaba, gritaba, ordenaba, como el que más. Sobre el minuto final el encuentro estaba en empate, y nos tenían en jugando en nuestro campo totalmente ahogados, y justo a la salida de un corner mi gano la pelota para el contraataque mi amigo Juan Pablo corre velozmente en dirección al área rival, Yo lo veo y envío el balón por alto para deja
rlo en carrera frontal contra el arco, Juan Pablo era muy rápido y yo confiaba en que llegase a cabecear esa pelota antes de que mi padre pudiera tocarla, aun recuerdo esa escena después de tantos años, el balón en el aire el salto a la carrera de mi amigo para cabecear el esférico mi viejo a la desesperada para meter una mano y anular el peligro creo que el tiempo se detuvo por un segundo con ambos en el aire, hasta que justo cuando mi amigo conecto con el balón mi padre sin dudarlo le metió una cachetada gigante en el lado izquierdo de la cara que prácticamente le dibujo su impronta dactilar en la mejilla, aunque no pudo evitar que la pelota terminase abrazando la red.
Ese era mi padre, se
que hay muchas historias que lo describen, pero esta que lo muestra como un adulto que ante el inicio de una actividad desde la frialdad intentaba en su rol de padre guiarnos, aconsejarnos, ayudarnos, tratar de que sepamos disfrutar de un juego hermoso y de la amistad, pero siempre con un temperamento que lo hacia vivir cada día como el ultimo.
Hoy que el tiempo hace que Yo sea padre y que tenga la edad que mi papá tenia en esta partida, estoy feliz de saber que mi viejo me enseño con sus aciertos y sus muchísimos defectos a poner mucha pasión en todo lo que hago y se que sin pasión la vida no tiene sentido.
Feliz cumpleaños Papá, donde quiera que estés…
Lindo recuerdo plasmado en una cálida anécdota. Ya no tengo más Facebook porque me pudrió, pero me llegan tus «Viviendo el tiempo libre» y aunque en su gran mayoría no comente nada, yo lo leo igual XD. Saludos!
Gracias Pato, espero poder leerte en WordPress.
De tu nuevo compi. El Portu.
Tiene muy buena pinta.
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